Hans Christian Andersen



Hans Christian Andersen es 
célebre por sus encantadores cuentos de hadas, pero su bondad se extendió mucho más allá de las páginas 
de sus historias. 

Uno de los ejemplos conmovedores
 de su bondad ocurrió en 
su ciudad natal de Odense, 
Dinamarca, cuando decidió
 llevar magia y alegría a las vidas de niños que a menudo son 
ignorados por 
la sociedad.

A mediados del siglo XIX, Odense
 era el hogar de muchas
 familias que vivían en la
 pobreza, y los niños de estas 
familias rara vez tenían 
acceso a la educación o a 
momentos agradables. 
Andersen, que creció en 
medio de dificultades, nunca 
olvidó las luchas de su juventud. 

A medida que su fama 
crecía, regresaba con 
frecuencia a su ciudad natal, 
decidido a contribuir a la comunidad 
que lo formó.

Durante una visita, Andersen 
vio a un grupo de niños 
jugando en las calles de piedra. 

Tenían la ropa rota y la cara 
manchada de tierra, pero 
su risa era contagiosa. 
Andersen se acercó a ellos, se 
sentó en el suelo a pesar de su 
fina ropa y comenzó a 
contarles una de sus historias. 

Los niños escucharon con 
asombro mientras él les 
contaba una historia de coraje, 
amor y esperanza, y su imaginación brillaba en cada palabra.

Pero Andersen no se
 detuvo ahí. Se dio cuenta de que las historias podían ser más que entretenidas: podían inspirar 
y animar. 

Comenzó a organizar reuniones 
donde leía en voz alta sus 
últimas obras, invitando no sólo a los ricos sino también a los hijos de trabajadores y sirvientes. 
En estos eventos, le daba a cada 
niño un pequeño obsequio, generalmente un recorte 
de papel o un disfraz hecho a 
mano, para recordarles los 
milagros que habían
 experimentado.

Un invierno, Andersen 
observó que muchos niños 
carecían de calzado adecuado o ropa de abrigo. 
En silencio, trabajó con 
comerciantes locales para
 asegurarse de que estos niños 
recibieran zapatos y abrigos, distribuyéndolos de forma 
anónima para evitar la vergüenza. 

Su filosofía es simple: ningún niño debe quedar al margen, física o emocionalmente.

La compasión de Andersen 
también inspiró algunas de sus historias más famosas. 
El patito feo, por ejemplo, refleja 
sus propias luchas contra 
el abandono y ofrece un 
mensaje de esperanza a quienes se sienten invisibles o amados. 

A menudo decía que su mayor
 deseo era que sus historias 
recordaran a la gente la belleza y el potencial de cada individuo, independientemente de sus circunstancias.

La vida de Hans Christian 
Andersen es un testimonio 
del poder de la imaginación y
 la bondad. A través de sus historias y acciones, les dio a los niños el valor para soñar y el consuelo de saber que no serán olvidados. 

En sus propias palabras,
 "La vida es el cuento de hadas más maravilloso", 
y Andersen se aseguró de 
hacerlo un poco más brillante para quienes más lo necesitaban.

_____Fuente, visto en la web_____

👩🏻  Mis respetos para tan
 elocuente escritor, que puso
 en práctica lo que escribió. 

Y es muy cierto la vida es 
un bello cuento y vale 
la pena vivirla, porque
 apesar de todas las subidas, 
 bajadas y los
desafíos sigue
 siendo...
 La Vida Es Bella..

Bonanit guapurasssssss 

#hermeescribiendoloquepienso✍
©️derechos reservados 📷 la Web Con esto, y esperando vuestra opiniones, me despido hasta el próximo post. :)

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