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Ernest Hemingway decía que en nuestros momentos más oscuros no necesitamos soluciones ni consejos.
Buscamos un simple
contacto humano: una presencia tranquila, una caricia suave.
Son estos pequeños gestos
los que se convierten en
nuestras anclas, ayudándonos a mantenernos a flote cuando la vida parece demasiado dura.
No intentes cambiarme ni
cargar con mi dolor.
No alejes mis sombras.
Sólo acompáñame en mis
tormentas interiores.
Sé la mano firme a la que pueda
recurrir cuando encuentre
mi camino.
Mi dolor me pertenece y sólo yo puedo cargar con él.
Mis batallas son mi responsabilidad. Pero tu presencia me recuerda
que no estoy sola en éste
mundo a veces aterrador.
Es una señal silenciosa de
que merezco amor, incluso
cuando me siento rot@.
En esas horas oscuras en las
que pierdo el rumbo, ¿estarás
ahí para mí?
No como salvador, sino como compañero.
Cógeme de la mano hasta el
amanecer, recordándome
mi fuerza.
Tu apoyo silencioso es
el mayor regalo.
El amor que me ayuda a
recordar quién soy, incluso
cuando lo olvido.
_Fuente del texto, visto por la web_
Buenas noches guapurasssssss
#hermeescribiendoloquepienso✍
©️
📷 la Web
Con esto, y esperando vuestra opiniones, me despido hasta el próximo post.
:)
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